miércoles, 29 de abril de 2009

Sant Jordi


Al levantarme cada día lo primero que hago es mirar por la ventana. Ese día amaneció radiante y así permaneció durante todas las horas.
El hotel dispone de playa privada. Está ubicado en un lugar paradisíaco. Aguas transparentes y arena blanca.
Mientras caminaba por esa playa pensaba en las personas que conozco. En cómo son, o mejor dicho, en cómo las veo yo. Y me debatía pensando si elegimos la forma de verlas y por el contrario se muestran ante nuestros ojos tal como son. Cuando conozco a alguien ¿ implica algún compromiso? Conocer a alguien ¿me supone una responsabilidad? No lo se. Pero sí creo que conocer a alguien me repreenta un efecto, a veces positivo y otras no tanto, de todos esos efectos siempre germina una semilla.
Hay momentos que sin saber muy bien como, me veo reflexionando sobre esas personas que conozco. Personas que me importan. Personas que aportan o han aportado algo a mi vida. Aunque a veces las cosas cambian y lo que parecía al principio no tiene nada que ver con lo que sucede al final. Pero también creo que eso se debe en gran medida a mi evolución como persona, en lo que intento saber sobre mi yo verdadero, en saber como preparar el viaje que inicié hace mucho por este mundo.
Y me pregunto que si pudiera volver atrás ¿cómo actuaría? ¿ volvería a elegir a esas misma personas?, ¿ mi camino me reconduciría de nuevo a ellas? Creo que sí, que hay alguna persona que volvería a conocerla aunque fuera solamente por poder volver a disfrutar sabiéndome poseedora de su cálida mirada, de saber que por unos momentos esa sonrisa que esboza su rostro va y es por mi.
Así transcurrió mi dia de Sant Jordi, de manera muy diferente a lo que estoy acostumbrada.
Caminando por la playa.Pensando y mirando a lo lejos. Imaginando que ahí estaba ese barco que yo deseaba ver, y, mientras miraba el barco podía observar a un marinero sentado tranquilamente, leyendo...

martes, 21 de abril de 2009

Escala

Mañana con la llegada del sol arribaré a un puerto donde hace ya tiempo que no hago escala. La verdad es que me apetece, es una ciudad especial para mi y me encanta cada vez que paso unos días en ella. Pasear sus calles, con la mirada hacia arriba disfrutando de sus edificios; sentarme en alguna de sus terrazas y ver como bulle la vida en sus aceras; perderme al caer la noche por sus calles, dejándome embargar por sus olores, ruidos y silencios. Lo dicho, todo un placer.

Y este año viviré en ella una fiesta importante para mi, el baile de los libros, sant Jordi, toda una experiencia, así que al final de la tarde del jueves recorreré La Central del Raval, una librería que particularmente me gusta visitar a última hora, remoloneando hasta su cierre.


Y por supuesto, ya cargado con el alimento vital de los libros, volveré a perderme por el barrio gótico hasta la Ribera, donde haré la parada habitual en Santa María del Mar, que cuando saltó a la popularidad por su protagonismo literario yo ya disfrutaba de su belleza hacía años.

Y el mar, no faltará el espigón de la recuperada Bogatell, espectacular a la puesta de sol. Vamos, que pienso disfrutar de esta escala en una ciudad tan querida para mi, a pesar de las ocupaciones.

miércoles, 15 de abril de 2009

Perenne

Mientras escucho la música que gotea y empapa lentamente el cristal de mi ventana, mi mente evoca y experimenta el sabor de instantes mágicos vividos junto a ti.

Y así, por unos instantes me convierto en una descubridora de sabores, esencias, preguntas y soledades ...

martes, 14 de abril de 2009

Estamos de cumpleaños








































Hace un año por estas fechas o un poco antes, estaba atravesando unos momentos difíciles. A pesar de mi edad me sigue afectando lo que los demás piensen de mi, sobre todo si se que es injusto.
Hace más o menos un año estaba planteandome muchas cosas...decisiones, etc. Y cuando estaba a punto de abandonar debido al cansancio un día, sin más y por sorpresa recibo un mail



en el que se me invitaba a entrar en un blog, mi expresión de extrañeza fué increible. Hacía tiempo que me paseaba por bolgs, en esto sucede igual que con los libros, que uno te lleva a otro. Jamás se me pasó por la cabeza que un día yo fuera "propietaria" de uno, siempre me han merecido demasiado respeto. Pero ahí estaba una icreible persona con un increible corazón que intuyó los momentos que yo estaba pasando. Me dijo que percibió que alguien me estaba dañando y eso era tan injusto que se le ocurrió ofrecerme este blog. Qué genial eres Marverick, qué generoso y qué buena persona.

Y ahora, tras haber transurrido todo este tiempo, cuando recapitulo y miro atrás me doy cuenta de la cantidad de cosas que me han sucedido en este año.

El blog me ha dado la oportunidad de conocer a gente magnífica, al leerlo he sonreido, me he emocionado, también me ha hecho entristecer alguna que otra vez.

El entrar diariamente se ha convertido en un ritual. Y como tal cada día me preparo para ello.

Imagino que os veo, es como un encuentro de amigos, así que me gusta arreglarme, estar cómoda y tranquila, sin prisas.

Encima de mi mesa hay una taza de cafe con leche muy caliente y espumoso, pero otras hay una copa de cava muy frío, casi helado. Me gusta acompañarme de música, en más de una ocasión el Adagio de Albinoni me acompaña mientras leo vuestras intervenciones o escribo alguna carta.

Si hago balance de este año, gana lo positivo al cien por cien. Es un lujo compartir espacio con todos vosotros.

No se el tiempo que estaré aquí, soy una persona bastante impulsiva y quizá un día decida pasarme al otro lado y no sepamos nunca más los unos de los otros. Es lo que tiene internet, que es un medio, pero nunca un fin.

De todos modos el recuerdo, las vivencias, es algo que queda para siempre.

Estoy feliz de tener un café.

Maverick, te quiero

Y a todos vosotros un enorme abrazo.








lunes, 13 de abril de 2009

Punto de inflexión


Hola ¿Qué tal estás? Supongo que te extrañará recibir esta carta, incluso es muy probable que ni llegues a leerla puesto que hace ya unos meses que inicié este viaje.
El caso es que hace un día magnífico, y aquí desde donde me encuentro, cerca del mar el paisaje es maravilloso, y bueno…he querido, de alguna forma compartirlo contigo.
Mientras estoy sentada, solo escuchando el sonido que me llega de las olas, se han agolpado imágenes y pensamientos de hace ahora ya mas o menos un año. ¿Recuerdas tú en algún momento todo aquello? ¿De cómo nos conocimos? ¿De cómo si darnos apenas cuenta llegamos a tanto?
Eran días hermosos, infantiles, llenos de ilusión. De un breve saludo de fin de semana, pasamos a la conversación diaria. Conversaciones de horas y horas que se convertían en segundos. Días en los que todas nuestras prioridades quisimos que fuéramos nosotros mismos, solo nosotros. Tú y yo. Qué genial. Sin ni tan siquiera decírnoslo cambiamos nuestra rutina. El café de media mañana con los compañeros dejó de ser importante. ¡ Qué más daba un café cuando tenías ante ti a alguien tan atrayente?. El horario en el que finalizaba la jornada de trabajo. ¡Qué importancia tenía terminar el trabajo si lo que me contabas me llenaba tanto!
Caramba!, cómo cuidaba toda mi indumentaria, nunca repetía ropa, quería estar perfecta para que al verme hicieras algún comentario al respecto.
Era todo tan mágico, tan atrayente, tan sensual que nada importaba. Todo lo demás, lo de nuestro alrededor, aunque importante, pasó a segundo plano. Durante esas horas solo éramos dos, nada más. Dos personas que se complementaban en todo, que con cada frase sin importancia se gustaban más y más.
Debo decir que soy bastante escéptica en casi todo, también lo fui en este caso. Cada día al terminar nuestra conversación me iba a casa con el pleno convencimiento de que ese día era el último, pero me equivoqué. Cada día lo nuestro avanzaba más y más. Más y mejor.
Ahora ya ha pasado tiempo de todo aquello. Y el café vuelve a ser lo más importante. Y el horario empieza a ser importante. Y la realidad se deja asomar. Y la decepción y desengaño también hacen su visita.
Estoy bastante lejos, supongo que no volveré. Me siento bastante cansada. El cansancio y el desengaño están tan presentes, tan frente a mi…que me asusta.
Cómo es posible que dos personas que tanto se complementan, que las dos quieren decir lo mismo, hablen en distinto idioma. Aunque el idioma nunca ha sido problema para las personas que quieren y desean entenderse.
Es tarde y empieza a refrescar, creo que debo marchar. Esperaré tu respuesta, si no dices nada lo entenderé. Pero me haría muy feliz que me contestaras.
Un abrazo.

jueves, 2 de abril de 2009

En Silencio


















Hoy es un día en el que mejor no pronunciar palabra alguna y que permanecer en silencio me será de gran ayuda.


Una buena idea es ejercer de simple observadora de lo que sucede a mi alrededor

Intentaré buscar un pequeño orificio en mi cabeza y así liberar todo lo malo

Me propongo escuchar y quizás, mientras escuche alguna de parte de mi reaccionará y con un poco de suerte pueda esbozar una sonrisa.


Porque no siempre he sido. Hubo un tiempo que me gustaba saltar en los charcos, mojarme con la lluvia en día lluviosos como el de hoy.

Me he tumbado sobre la hierba mientras bailaba en el campo un día de sol.

He paseado por la orilla del mar dejando mis huellas en la arena mojada dejando.

Ya ves... no soy muy distinta a nadie, pero hoy estaré silenciosa.

miércoles, 1 de abril de 2009

Hoy


Hay días que me cuesta horrores explicar con palabras cómo me siento, qué es lo que siento.
Esa dificultad genera en mi desasosigo, impaciencia y nerviosismo. Cuando eso ocurre el bloqueo es total.
Es entonces cuando llego a la conclusión de que tampoco es tan importante las palabras utilizadas, en definitiva lo mejor es decir, de la forma que sea pero decir...